¿Que debes tener en cuenta en el mantenimiento de edificios?
El mantenimiento de edificios es un elemento fundamental en las ciudades actuales. Las moles de cemento que sirven de refugio, lugar de trabajo y de ocio a millones de personas requieren de un tratamiento especializado que garanticen que se mantienen en buen estado año tras año. De lo contrario, el paso del tiempo hará mella en toda su infraestructura. Cuestiones tan esenciales como el aislamiento térmico, los sistemas de iluminación y los techos y muros necesitan de un cuidado profesional. A continuación, desde Arques Construc queremos hacer un repaso a algunos conceptos básicos y consejos ofrecidos por nuestro equipo de especialistas en el cuidado y mantenimiento de edificios.
¿Cómo se organizan los espacios de edificios?
Entender cómo se mantiene en buen estado una edificación implica hacer una sencilla distinción entre dos tipos de espacios, los privativos y los comunes. Los espacios privativos en un edificio son aquellos que pertenecen a una unidad individual, como apartamentos u oficinas. El mantenimiento de estos espacios es responsabilidad de los propietarios o inquilinos. Los espacios comunes, por el contrario, son aquellos que están disponibles para su uso por parte de todos los inquilinos o propietarios. Esto abarca patios, jardines, piscinas, salones de uso común, etc. El mantenimiento y limpieza de estos espacios es responsabilidad de la administración del edificio o de una empresa de mantenimiento.
¿Qué son los elementos constructivos y quién los mantiene?
Los elementos constructivos son componentes básicos que se utilizan en la construcción de un edificio. Como tal, su bienestar es una cuestión comunitaria y requiere de una empresa de mantenimiento que los supervise. Pueden definirse como tal los siguientes:
- Estructuras de acero o concreto para soportar el peso de la estructura.
- Muros, techos y pisos.
- Ventanas y puertas.
- Instalaciones eléctricas, de fontanería y de climatización.
- Sistemas de iluminación y ventilación.
- Aislantes térmicos y acústicos.
- Revestimientos interiores y exteriores como azulejos, madera o piedra.
- Mobiliario y equipos, como ascensores y escaleras.
¿Qué tareas abarca el mantenimiento de edificios?
Siguiendo la distinción entre tipos de espacios, referente a los espacios comunes las principales actividades de mantenimiento abarcan:
- Limpieza y mantenimiento de áreas verdes, piscinas y jardines.
- Cuidado de techos, paredes, puertas y ventanas en áreas comunes.
- Reparación de mobiliario en áreas comunes, como bancos y mesas.
- Limpieza y conservación de baños y vestíbulos.
- Mantenimiento de ascensores, escaleras y sistemas eléctricos comunitarios.
En el caso de espacios privativos existen algunas diferencias que conviene tener en cuenta. En estas áreas, lo crucial es:
- Limpieza y reparación de puertas, ventanas, paredes y techo.
- Cuidado y conservación de electrodomésticos y sistemas eléctricos.
- Reparación y sustitución de equipos y mobiliario deteriorado.
Es importante realizar el mantenimiento de forma regular para garantizar una vivienda o espacio de trabajo seguro y cómodo. La falta de mantenimiento puede llevar a problemas más graves y costosos en el futuro.
Por ejemplo, si nadie se encarga de comprobar el correcto mantenimiento de la fachada, esta podría agrietarse y, en el peor de los casos, llegar a desprenderse. Una pequeña grieta puede ser la vía de entrada perfecta por la que se cuele el agua y genere todo tipo de humedades en la estructura. Si va a más, esas grietas se convertirán en agujeros por los que se colará el frío y el calor provocando cambios en la temperatura.
Consejos y trucos sobre el mantenimiento de edificaciones
Aquí hay algunos consejos y trucos para mejorar el mantenimiento de un edificio:
- Realizar una inspección regular para detectar problemas antes de que se conviertan en graves.
- Mantenga un registro de las tareas de mantenimiento realizadas y de las reparaciones necesarias.
- Contrate a profesionales calificados para realizar obras de reparación y conservación de cierta envergadura.
- Establezca un presupuesto anual para el cuidado general y las reparaciones.
- Implemente medidas de conservación de energía para reducir los costos de operación.
- Fomente la participación de los residentes o empleados en el cuidado y limpieza de áreas comunes.
- Establezca un protocolo de emergencia para manejar situaciones inesperadas.
- Realice inspecciones de seguridad regulares para garantizar un ambiente seguro y saludable.
El mantenimiento de edificios puede marcar la diferencia entre un espacio seguro y saludable y otro peligroso. La sabiduría popular es acertada al señalar que mantener es más económico que reparar, si bien ambas tareas son inevitables. Expandir todo lo posible la primera para evitar la segunda es la clave en la conservación de edificios. Eso y, por supuesto, contar con profesionales cualificados de avalada trayectoria.