Puentes térmicos en casa: una vía de escape para la temperatura
Los puentes térmicos en una vivienda producen un intercambio constante de temperatura con el exterior. Disminuyen, por tanto, la efectividad de los aparatos y aumentan el gasto energético en el acondicionamiento térmico de la vivienda. Por este motivo, como especialistas en aislamiento térmico creemos que es importante conocer qué son y dónde se encuentran con más frecuencia estos puentes térmicos y cómo podemos combatirlos.
¿Qué son los puentes térmicos?
Según el Código Técnico de Edificación un puente térmico es una zona de la envolvente del edificio en la que se aprecia una variación en el espesor o el tipo de los materiales empleados. Esto conlleva a una disminución de la resistencia térmica con respecto al resto de la envolvente.
En la práctica, y explicado de manera más sencilla, un puente térmico es una conexión entre las capas externas de la vivienda y las que se encuentran en el interior. Esto provoca que el frío o el calor del exterior vaya entrando poco a poco a través de esos puentes y acabe con la temperatura agradable que tenemos en casa.
Un puente térmico se produce por diversos factores, y los más frecuentes son:
- Penetración completa o parcial de otros materiales diferentes al del cerramiento y que poseen una conductividad térmica diferente.
- Cambios en los espesores de las fábricas que se han utilizado en el resto de la construcción.
- Diferencias mal solucionadas entre el área interna y externa de la vivienda, como juntas entre pared y techo, pared y suelo o entre paredes.
- Puentes térmicos en ventanas. Las ventanas son muy propensas a sufrir los temidos puentes térmicos, sobre todo si están fabricadas en materiales antiguos y poco aislantes.
¿Cómo afectan los puentes térmicos al aislamiento térmico de una casa?
Un puente térmico puede ser el causante de una pérdida de calor de un 30% o más. Además, afectan en otros aspectos el confort de la vivienda:
- Son los causantes directos de problemas como condensaciones de agua en los cristales, la aparición de manchas de humedad por condensación y de moho en las paredes. Esto empeora la calidad del aire que se respira en el interior de las habitaciones. De hecho, puede llegar a provocar enfermedades respiratorias a largo plazo.
- Se requiere mayor cantidad de energía para calentar y enfriar la casa, ya que representan una pérdida de temperatura interior.
- Debido a la diferencia de temperatura que se produce cerca de un puente térmico los habitantes de la casa pueden experimentar corrientes de aire desagradables. Esto ocurre, sobre todo, cerca de ventanas que sufren problemas de puentes térmicos.
- Con el tiempo, y debido a la degradación del aislamiento, el rendimiento y la consistencia de la envolvente térmica pierden efectividad en todo su perímetro.
¿Cuánta temperatura puede perderse a través de un puente térmico?
Se calcula que entre un 10 % y un 30 % de la temperatura de una vivienda se puede perder a través de un puente térmico. Para medir con exactitud la energía perdida en una zona tenemos una magnitud específica denominada transmitancia térmica.
La transmitancia térmica mide la capacidad aislante que tiene la envolvente de una vivienda. Representa, por tanto, el flujo de energía que se pierde (en los meses fríos) o se gana (en los meses de calor) por unidad de superficie.
La pérdida de calor puede ser puntual, lineal o superficial. La transmitancia térmica en un edificio con un buen aislamiento será muy pequeña y representa una pérdida baja de temperatura. Por supuesto, eliminar los puentes térmicos es el primer paso para empezar a ahorrar en la factura del gas durante los meses de invierno.
¿Dónde aparecen los puentes térmicos habitualmente?
Los más habituales se encuentran en estos puntos clave de cualquier vivienda:
- Ventanas. Las ventanas con perfiles de hierro o aluminio son causantes de pérdidas de calor en la vivienda, especialmente si son antiguos. Para evitarlo es necesario que incorporen la llamada rotura de puente térmico. Los cristales muy finos también son una fuente de pérdida de temperatura, por eso es preferible optar por ventanas con doble cristal.
- Persianas. El cajón de la persiana es un punto negro en cuento a transmitancia térmica. Los capialzados acumulan humedad y terminan por aparecer manchas de moho. La solución es colocar ventanas con la persiana integrada y evitar los cajones.
- Suelo. La zona del suelo que está más cerca de la fachada es otro puente térmico si el canto del forjado atraviesa la fachada.
- Pilares embebidos. Un pilar embebido en contacto con el exterior puede convertirse en puente térmico.
- Radiadores. En algunas viviendas se excavan hornacinas para que el radiador no sobresalga de la pared que pueden ser causantes de pérdida de calor.
- Tabiques interiores. La unión de los tabiques interiores con la fachada debe estar perfectamente sellada para evitar los puentes térmicos.
¿Qué es una rotura de puente térmico?
Las roturas de puentes térmicos son las técnicas utilizadas para impedir la pérdida de energía cortando completamente la transmisión de energía de un lado a otro de la fachada. La forma más fácil de generar un puente térmico es colocar materiales que sean malos conductores entre los materiales que sí sean buenos conductores para cortar el paso de energía de un punto a otro.
Un ejemplo de rotura de puente térmico evidente es el de las ventanas de doble capa. Para evitar que la temperatura se filtre desde el exterior, se coloca un perfil de plástico que separa ambos cristales y que sirve de barrera para evitar que la temperatura del interior se filtre al exterior y viceversa.